Una de vosotras, me ha consultado recientemente acerca del chupete, y creo que va a ser de utilidad para todas explicar cómo funciona la succión y las diferencias entre: El Chupete y La Teta.
En muchas guías de puericultura se desaconseja el uso del chupete durante las primeras semanas, ya que puede interferir con la lactancia. Sobretodo durante los primeros 15 días de vida del bebé.
Esto es cierto, al menos en parte, y tiene su explicación.
El bebé no succiona igual la teta y el chupete.
En el pecho el bebé coloca la lengua de forma que adopta una posición como un embudo, masajeando la zona alrededor de la areola, y vaciando así los canalículos de forma efectiva. No comprime el pezón con las encias ni tira del pezón para succionar. Puede realizar movimientos de tironeo del pezón para estimular la eyección de la leche, pero una vez pasada ésta, mama, como os digo, con la boca y lengua en forma de embudo.
Con el chupete en la boca, el bebé succiona de otra manera, aprisionando el chupete con las encías, y sin adoptar la misma posición entre la lengua y el paladar.
Muchas mamás que usan el chupete desde el principio con sus bebés, notan que después de succionar un rato del chupete, al mamar del pecho, les provoca dolor en el pezón, como si lo mordieran o aplastaran. Y esto puede llevar a grietas en el pecho, o al abandono de la lactancia materna, ya que la madre está incómoda durante la tetada. Por no hablar, de que la lactancia con postura incorrecta desemboca en un exceso de aire deglutido, mayor frecuencia de cólicos, e intranquilidad del recién nacido... y de la madre.
Otro problema añadido, es que el bebé que tiene el chupete todo el tiempo en la boca, puede perder el interés por la succión en el pecho, ya que tiene satisfechas las necesidades de succión, pero con una succión no nutritiva.
Sin embargo el chupete tiene como ventaja, frente a la succión del pulgar, que más adelante, cuando haya que retirarlo, se podrá hacer de forma más sencilla.
Si se prolonga la succión del chupete o del pulgar más allá de los dos años de edad, pueden aparecer deformidades dentarias. De forma que habrá que retirarlo antes o después, y es más fácil retirar un trozo de látex, que un dedo propio, obviamente.
De esta manera, yo os aconsejo que durante los primeros 15 días del bebé os olvidéis del mundo, y ofrezcáis vuestro pecho al bebé cada vez que llore, sea la hora que sea, y sin hacer caso de recomendaciones externas que hagan referencia a horarios supuestos o a duraciones determinadas.
Cuando la lactancia ya esté establecida, podéis usar el chupete de forma ocasional para calmar al bebé, pero intentad no usarlo cada vez que llore. También es bueno que el bebé se calme gracias a caricias, palabras suaves, el pecho de la madre, o el regazo del papá o de todo aquel que le de amor.
En resumen, chupete si, pero con precauciones. Y si el bebé no lo quiere, no lo forzéis, aprenderá a calmarse de otras maneras.
Pero en ningún caso tengáis miedo a dar de mamar a demanda al bebé las primeras semanas, "no vaya a ser que use la teta como un chupete". El chupete y la teta pueden convivir perfectamente, pero todos preferimos un abrazo y un beso, antes que una golosina.
Aunque el bebé se calme con el chupete de forma efectiva, no os olvidéis de abrazarlo y besarlo todo lo que podáis. No os arrepentiréis.
Besitos a las mamás de Camarma. Gracias a todas por vuestras aportaciones, a veces sin ni siquiera saberlo, a este proyecto.
En muchas guías de puericultura se desaconseja el uso del chupete durante las primeras semanas, ya que puede interferir con la lactancia. Sobretodo durante los primeros 15 días de vida del bebé.
Esto es cierto, al menos en parte, y tiene su explicación.
El bebé no succiona igual la teta y el chupete.
En el pecho el bebé coloca la lengua de forma que adopta una posición como un embudo, masajeando la zona alrededor de la areola, y vaciando así los canalículos de forma efectiva. No comprime el pezón con las encias ni tira del pezón para succionar. Puede realizar movimientos de tironeo del pezón para estimular la eyección de la leche, pero una vez pasada ésta, mama, como os digo, con la boca y lengua en forma de embudo.
Con el chupete en la boca, el bebé succiona de otra manera, aprisionando el chupete con las encías, y sin adoptar la misma posición entre la lengua y el paladar.
Muchas mamás que usan el chupete desde el principio con sus bebés, notan que después de succionar un rato del chupete, al mamar del pecho, les provoca dolor en el pezón, como si lo mordieran o aplastaran. Y esto puede llevar a grietas en el pecho, o al abandono de la lactancia materna, ya que la madre está incómoda durante la tetada. Por no hablar, de que la lactancia con postura incorrecta desemboca en un exceso de aire deglutido, mayor frecuencia de cólicos, e intranquilidad del recién nacido... y de la madre.
Otro problema añadido, es que el bebé que tiene el chupete todo el tiempo en la boca, puede perder el interés por la succión en el pecho, ya que tiene satisfechas las necesidades de succión, pero con una succión no nutritiva.
Sin embargo el chupete tiene como ventaja, frente a la succión del pulgar, que más adelante, cuando haya que retirarlo, se podrá hacer de forma más sencilla.
Si se prolonga la succión del chupete o del pulgar más allá de los dos años de edad, pueden aparecer deformidades dentarias. De forma que habrá que retirarlo antes o después, y es más fácil retirar un trozo de látex, que un dedo propio, obviamente.
De esta manera, yo os aconsejo que durante los primeros 15 días del bebé os olvidéis del mundo, y ofrezcáis vuestro pecho al bebé cada vez que llore, sea la hora que sea, y sin hacer caso de recomendaciones externas que hagan referencia a horarios supuestos o a duraciones determinadas.
Cuando la lactancia ya esté establecida, podéis usar el chupete de forma ocasional para calmar al bebé, pero intentad no usarlo cada vez que llore. También es bueno que el bebé se calme gracias a caricias, palabras suaves, el pecho de la madre, o el regazo del papá o de todo aquel que le de amor.
En resumen, chupete si, pero con precauciones. Y si el bebé no lo quiere, no lo forzéis, aprenderá a calmarse de otras maneras.
Pero en ningún caso tengáis miedo a dar de mamar a demanda al bebé las primeras semanas, "no vaya a ser que use la teta como un chupete". El chupete y la teta pueden convivir perfectamente, pero todos preferimos un abrazo y un beso, antes que una golosina.
Aunque el bebé se calme con el chupete de forma efectiva, no os olvidéis de abrazarlo y besarlo todo lo que podáis. No os arrepentiréis.
Besitos a las mamás de Camarma. Gracias a todas por vuestras aportaciones, a veces sin ni siquiera saberlo, a este proyecto.