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jueves, 22 de octubre de 2009

El chupete y la teta

Una de vosotras, me ha consultado recientemente acerca del chupete, y creo que va a ser de utilidad para todas explicar cómo funciona la succión y las diferencias entre: El Chupete y La Teta.

En muchas guías de puericultura se desaconseja el uso del chupete durante las primeras semanas, ya que puede interferir con la lactancia. Sobretodo durante los primeros 15 días de vida del bebé.

Esto es cierto, al menos en parte, y tiene su explicación.

El bebé no succiona igual la teta y el chupete.
En el pecho el bebé coloca la lengua de forma que adopta una posición como un embudo, masajeando la zona alrededor de la areola, y vaciando así los canalículos de forma efectiva. No comprime el pezón con las encias ni tira del pezón para succionar. Puede realizar movimientos de tironeo del pezón para estimular la eyección de la leche, pero una vez pasada ésta, mama, como os digo, con la boca y lengua en forma de embudo.
Con el chupete en la boca, el bebé succiona de otra manera, aprisionando el chupete con las encías, y sin adoptar la misma posición entre la lengua y el paladar.

Muchas mamás que usan el chupete desde el principio con sus bebés, notan que después de succionar un rato del chupete, al mamar del pecho, les provoca dolor en el pezón, como si lo mordieran o aplastaran. Y esto puede llevar a grietas en el pecho, o al abandono de la lactancia materna, ya que la madre está incómoda durante la tetada. Por no hablar, de que la lactancia con postura incorrecta desemboca en un exceso de aire deglutido, mayor frecuencia de cólicos, e intranquilidad del recién nacido... y de la madre.

Otro problema añadido, es que el bebé que tiene el chupete todo el tiempo en la boca, puede perder el interés por la succión en el pecho, ya que tiene satisfechas las necesidades de succión, pero con una succión no nutritiva.

Sin embargo el chupete tiene como ventaja, frente a la succión del pulgar, que más adelante, cuando haya que retirarlo, se podrá hacer de forma más sencilla.
Si se prolonga la succión del chupete o del pulgar más allá de los dos años de edad, pueden aparecer deformidades dentarias. De forma que habrá que retirarlo antes o después, y es más fácil retirar un trozo de látex, que un dedo propio, obviamente.

De esta manera, yo os aconsejo que durante los primeros 15 días del bebé os olvidéis del mundo, y ofrezcáis vuestro pecho al bebé cada vez que llore, sea la hora que sea, y sin hacer caso de recomendaciones externas que hagan referencia a horarios supuestos o a duraciones determinadas.
Cuando la lactancia ya esté establecida, podéis usar el chupete de forma ocasional para calmar al bebé, pero intentad no usarlo cada vez que llore. También es bueno que el bebé se calme gracias a caricias, palabras suaves, el pecho de la madre, o el regazo del papá o de todo aquel que le de amor.

En resumen, chupete si, pero con precauciones. Y si el bebé no lo quiere, no lo forzéis, aprenderá a calmarse de otras maneras.
Pero en ningún caso tengáis miedo a dar de mamar a demanda al bebé las primeras semanas, "no vaya a ser que use la teta como un chupete". El chupete y la teta pueden convivir perfectamente, pero todos preferimos un abrazo y un beso, antes que una golosina.
Aunque el bebé se calme con el chupete de forma efectiva, no os olvidéis de abrazarlo y besarlo todo lo que podáis. No os arrepentiréis.

Besitos a las mamás de Camarma. Gracias a todas por vuestras aportaciones, a veces sin ni siquiera saberlo, a este proyecto.

lunes, 19 de octubre de 2009

Por qué tenemos dos pechos

En el último comentario que me ha hecho una mamá ayer, me expone algunas dudas que me parecen básicas e importantes para todas, así que vamos a hablar de cosas importantes.

Durante los 3 primeros meses de vida del bebé, éste corre el riesgo de hacer hipoglucemias entre las tomas, y por eso os decimos que no debéis dejarle sin comer más de 3 ó 4 horas, o como otros dicen, que haga 8 tomas al día.
Esto es aún más importante las primeras semanas de vida del bebé.
Pero que no le dejéis sin comer, no significa necesariamente que le despertéis.
Debes ofrecer el pecho a tu bebé a demanda todo el tiempo, y sea de día o de noche, si tiene menos de 3 meses, y no te pide el pecho en 4 horas porque está dormido, debes ponerle al pecho, pero no hace falta despertarle en las tomas nocturnas.
Sólo en el caso de que no coja el pecho, intentaremos espabilarle un poco para que lo agarre. Pasados los 3 primeros meses, si el bebé duerme 5 horas seguidas... ¡mejor para tí! ¡Aprovecha y descansa tú también!

En cuanto al hipo, éste es un reflejo, que no molesta en absoluto al bebé, ni le produce ningún perjuicio, por lo que no debes hacer nada.
Si te agobias al verle con hipo, y al pecho se le quita, no me parece mal. Tú puedes ponerte el niño al pecho todo lo que quieras y/o él necesite, aunque haya mamado hace unos minutos.

¿Cómo hacer para que se agarre correctamente?
Os habréis dado cuenta, que os apañáis mejor siempre con un pecho que con el otro, y esto nos pasa a todas. Muchas veces no sujetamos igual al bebé con las dos manos, y en definitiva, le colocamos de forma distinta en un pecho que en el otro.
Para conseguir el mejor agarre, y evitar dolores y grietas, debéis hacer algo muy fácil, conseguir que le entre todo el pecho que le quepa en la boca. Como si se comiera un sandwich, hasta donde llegue.
Una vez sentadas o tumbadas de manera que estéis cómodos los dos, colocad una mano sujetando su cabeza, y con la otra sujetad el pecho (siempre desde abajo y desde la raíz del mismo) para darle con el pezón alrededor de la boca.
Veréis que el bebé abrirá mucho la boca, como si bostezara, pues justo en ese momento, suavemente pero con firmeza, metéis en su boca todo el pecho que le quepa. Esto significa, que si la areola es pequeña entrará más que la areola, pero si es muy grande, no entrará esta entera.
De esta forma el agarre no será doloroso, aunque siempre es molesta la primera eyección de leche, luego la tetada debe ser indolora, e incluso placentera.

Y nos acercamos a uno de los temas más importantes de hoy, ¿por qué tenemos dos pechos?.
Pues obviamente, para poder amamantar a dos hijos.
Esto, que parece una perogrullada, no lo es tanto, ya que muchas mamás se empeñan en que sus bebés se coman los dos pechos para que se sacien más.
Pero el pecho no funciona así. Pensad en las mamás que tienen gemelos, cada uno de los hermanos toma sólo un pecho en cada tetada.
Además, muchos bebés sólo toman de un pecho cada vez, y reflejan un crecimiento y desarrollo adecuados (no todos los bebés comen las mismas cantidades, ni todos los pechos son iguales).
Durante la tetada la leche que sale del pecho va cambiando de composición.
Al inicio de la tetada, la primera eyección, es prácticamente agua con azúcar.
Después el contenido de la leche se va haciendo más proteico, y cuando el bebé está finalizando la tetada, es cuando mama más activamente y con más esfuerzo, para sacar la leche que queda al fondo de los conductos, que es la más grasa y saciante.
Por esto, un bebé que vacía bien un pecho, se quedará más saciado, que si toma el inicio de los dos pechos.
Y en cuanto al tiempo, por favor, ¡¡OLVIDAOS DEL RELOJ!!. Es muy variable lo que un bebé de pocos días puede tardar en comer. Y que esté más o menos tiempo en el pecho, no refleja que haya comido más o menos cantidad. Esto depende de muchos factores, y no debéis agobiaros con este tema.
Es decir, dejad que el bebé acabe la tetada de un pecho, hasta que se suelte por si mismo. Si ya no quiere el otro pecho, no pasa nada, en la siguiente tetada ofrecedle el que no se comió la última vez.

Y recordad algo muy importante, el mejor marcador de que el bebé está comiendo bien, no es el peso que gane, sino los pañales llenos de orina.
Pensad una cosa, ¿de dónde saca el bebé la orina, si sólo le dais pecho? Pues de vuestra leche. Cuanto más orine, es porque más líquido ha ingerido.

Ánimo a todas, y preguntad todo lo que queráis saber. Así aprendemos todas, unas de otras.

sábado, 3 de octubre de 2009

"Tuve un accidente, y la leche se me cortó"

Muchas de vosotras me habéis comentado en la consulta frases como ésta: "...tengo una amiga que, después de un atraco, no volvió a tener leche...", o "...me han dicho que si te dan un susto, te puedes quedar sin leche...", o la que da título a este capítulo "...tuve un accidente, y la leche se me cortó...".

Pues bien, todas estas afirmaciones encierran algo de verdad, y su explicación se debe a un fenómeno hormonal y fisiológico del cuerpo de la mujer.

Durante la lactancia, al succionar el bebé del pecho de la madre, se produce un estímulo que hace que se secreten ciertas sustancias en el "cerebro" de la mujer, y éstas a su vez, provocan la eyección y producción de la leche. Es por este fenómeno, que al poner el bebé al pecho, tardamos unos segundos en notar esa eyección fuerte con salida rápida de leche, al inicio de la tetada.

Además, el hecho de estar cerca de nuestro pequeño, de su olor, al observarle, con toda la ternura que nuestro bebé es capaz de evocar en nosotras, se potencia mil veces esa producción hormonal.

Pero, ¿qué sucede en épocas de estrés, de extremo cansancio, o ante situaciones especiales de mucha tensión?. Que otras sustancias "cerebrales" relacionadas con el estrés, inhiben a las mencionadas anteriormente, y no se produce la eyección de leche con tanta facilidad.

Y cuando esa mamá (que está asustada, nerviosa, triste, o bajo mucha presión), se pone a su bebé al pecho, y nota que el bebé se irrita y llora, e incluso rechaza el pezón, porque no se produce la eyección que él espera, se pone aún más tensa, y más nerviosa, dando paso a un círculo vicioso, del que es muy difícil salir.
Muchas mamás en ese momento, piensan que se han quedado sin leche, y temiendo que su bebé pueda pasar hambre, deciden empezar a darle el biberón con leche adaptada. Esto lo que provoca, como vimos en otros capítulos, es que el pecho no sepa cuánta leche está tomando el bebé, y produzca menos leche, necesitando entonces más leche adaptada para saciar al bebé, y desembocando en muchos casos, en el abandono final de la lactancia materna.

Os preguntaréis entonces: ¿es esto inevitable?, ¿si estoy muy cansada o estresada, no podré dar de mamar a mi bebé?; Por supuesto que no es inevitable, podemos darle de mamar.
La mayor parte de las veces, el problema es fácilmente solucionable.

Lo que suelo recomendar a las mamás, y lo que les funciona mejor, es entender que el momento de dar el pecho a sus pequeños, es sagrado, sobretodo en estos supuestos de los que estamos hablando. Debemos acomodarnos junto al bebé, en un lugar agradable y tranquilo, lo más desnudos que podamos, "piel con piel" si es posible, y al ponernos a nuestro hijo al pecho, le acariciaremos la cabecita, las manitas, los pies.. y pensaremos sólo en él.
Intentad recordar momentos de ternura intensa que hayan sucedido con anterioridad: el momento después del parto, el primer contacto visual, su primera sonrisa..., o simplemente concentraos en él, y sin apenas daros cuenta, la leche estará saliendo a raudales de vuestros pechos.

Esta técnica, es también aplicable para las mamás que tienen que utilizar un sacaleches, por diversos motivos, y les cuesta esa primera eyección. Tenéis que relajaros, e intentar visualizar a vuestro bebé, recordar su olor... y si os cuesta, poned una foto delante vuestro, veréis el efecto que produce.

En algunos casos no es suficiente con este método, ya que existe la posibilidad de que os encontréis ante una patología que dificulte la lactancia, y que sea subsidiaria de un tratamiento farmacológico, pero no olvidéis nunca que muchos fármacos son compatibles con la lactancia, y que deberéis consultar con vuestro médico, si os encontráis ante esta situación, para conseguir un tratamiento adecuado que no interfiera con la seguridad para dar de mamar a vuestro hijo.
En la web, www.e-lactancia.org, podéis consultar según el fármaco que os prescriban, y saber si es seguro tomarlo en la lactancia.

Recordad: miradle, tocadle, pensad en el bebé, y sólo en el bebé. ¿Acaso hay algo en este mundo, que no pueda conseguir una caricia?.